
Este es el tiempo que la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres lleva trabajando por la despenalización total del aborto en Colombia. Una lucha por lograr cambios legales y salir de la prohibición que existía cuando empezamos a juntarnos a finales de los 90, hasta alcanzar, en 2022, la eliminación del delito de aborto hasta la semana 24 de gestación. Cumplimos 25 años de historia por la libertad reproductiva de las mujeres.
Creamos este espacio en un momento en el que el aborto estaba totalmente prohibido, y en el que el estigma, la persecución y la autocensura eran la norma. La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres nació en tiempos de clandestinidad, pero con la vocación de hacernos visibles y sacar de la oscuridad, de la ilegalidad y del miedo el debate sobre el aborto. Desde entonces pasamos años conspirando, debatiendo, pensando argumentos y buscando resquicios que nos acercaran a la libertad reproductiva de las mujeres, porque decidimos no callar. Porque queríamos lograr cambios.

Tal vez algunas recuerden más el hostigamiento que se vivía en esa época. Otras recordamos la luz que vino con el salvamento del voto del Magistrado Gaviria en 1997, que instaba a la Corte a abandonar la penalización total del aborto. Ese es el primer faro que recuerdo de esta histórica lucha por la libertad reproductiva de las mujeres.
Cuando miro hacia atrás me doy cuenta de que a punta de ideas construídas colectivamente y del esfuerzo de un puñado de mujeres comprometidas con esta causa, hemos contribuido sustantivamente a dotar de argumentos y cambiar los términos el debate sobre el aborto, que solía darse desde la ineficacia y la polarización.
Contribuimos, también, a cambiar el marco legal y promover un paradigma para tratar el aborto fuera del ámbito penal, a denunciar las barreras de acceso a los servicios, esas que las mujeres enfrentan cuando deciden interrumpir su embarazo, y a acompañar a tantas que han tenido el coraje de sortear estas barreras y enfrentarse a un sistema que les ha sido hostil.


Desde la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres contribuimos a fortalecer el movimiento feminista en su amplia diversidad, a sumar otras voces, a cambiar la opinión pública y sobre todo, a mostrar hasta qué punto el debate sobre el aborto y la libertad reproductiva de las mujeres es esencialmente un asunto de democracia, porque sin la libertad para decidir sobre nuestros cuerpos y vivir la vida que elegimos, sin la libertad para evitar las maternidades forzadas, las mujeres no somos iguales y por tanto no somos ciudadanas plenas.
Esta es la lucha de la Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres. Esta es nuestra historia. La de un cambio cultural sin precedentes en este siglo.
Posdata: No es casualidad que nos llamemos «La Mesa»: un lugar para juntarse, compartir y conspirar. Durante estos 25 años han llegado algunas, se han ido otras, y han sido muchas las mujeres que se han sentado a la mesa con nosotras. Son muchas quienes han hecho eco y las que han puesto sus cuerpos, sus ideas y su fuerza para ir ganando corazones que se unan a esta causa.
Carta escrita por:
Ana Cristina González Vélez
Cofundadora de La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres