¿Sabes qué son los derechos sexuales y reproductivos? ¿Conoces sus diferencias? En esta guía te contamos brevemente qué son y por qué la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) es un derecho humano aplicado a la vivencia de la sexualidad y la reproducción.
Los derechos sexuales y reproductivos son Derechos Humanos, es decir, atributos y libertades que buscan asegurar y proteger que todas las personas puedan vivir libres de discriminación, riesgos, amenazas, coerciones y violencias en el campo de la sexualidad y la reproducción. Son elementales para la salud integral de todas las personas y están relacionados con la autonomía sobre los cuerpos; el derecho a la información y a la educación sexual integral; la capacidad de expresar libremente la orientación sexual; la capacidad de decisión frente a las relaciones sexuales; y la elección autónoma de la maternidad a partir de una desición informada, entre otros.
En el mundo, estos derechos surgieron después de la incidencia de los movimientos feministas y de mujeres en favor del reconocimiento de la autonomía reproductiva de las mujeres, en un contexto de tensiones por el control de la natalidad en países pobres, que comenzó a aplicarse luego de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de 1974. Después, de la II Conferencia celebrada en México en 1984, se reconoció que existe una relación entre la población, los recursos, el desarrollo y el ambiente; y se mantuvo la presión para que algunos países controlaran sus tasas de natalidad.
Fue en la III Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, realizada en el Cairo en 1994, que el movimiento de mujeres tuvo un alto impacto, ya que finalmente se reconoce a escala mundial que el ejercicio de los derechos de las mujeres y niñas es fundamental para el desarrollo y que los derechos reproductivos son Derechos Humanos,dentro de cuales se inscriben los asuntos de la sexualidad. El concepto de derechos sexuales de las mujeres, nace un año más tarde en la IV Conferencia de la Mujer, celebrada en Beijing.
Estos derechos son reconocidos por organismos internacionales de cooperación representados en el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ONU mujeres y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM); entre otros entes competentes.
En Colombia, estos derechos han sido establecidos dentro de la Política Nacional de Sexualidad, Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos, construida por el Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS) en el 2014. Esta política busca garantizar y posicionar al cuerpo como un espacio en el que cada individuo se desarrolla política y socialmente, entendiendo también que la población del país es plural y heterogénea, con distintas necesidades. Las cuales engloban a las personas en sus diversidades: personas con discapacidad, personas que han sido privadas de su libertad, habitantes de calle, personas con orientaciones sexuales o identidades de género diversas, población trans, víctimas del conflicto armado, personas pertenecientes a comunidades indígenas o que hacen parte de algún grupo étnico, población afrocolombiana, entre otras.
Lo anterior porque todas las personas deben tener procesos de atención que consideren sus necesidades específicas y condiciones de vida, desde el tipo de educación sexual que reciben hasta el control de infecciones de transmisión sexual, el fortalecimiento de la capacidad para ejercer su autonomía sobre el uso de anticonceptivos, la atención integral del VIH y el acceso oportuno y seguro a servicios de aborto, entre otros.
Estos derechos deben ser garantizados por el Estado a través de los centros de salud y otras entidades y organizaciones competentes. Se ejercen, por ejemplo, cuando una mujer solicita la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) bajo sus propias razones; solicitud que en el marco normativo actual debe ser garantizada de manera oportuna. También, cuando se solicita información sobre métodos anticonceptivos.
Los principios generales establecidos por la Política Nacional de Sexualidad, Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos, con el fin de orientar la acción estatal de forma ética y ayudar a comprender el alcance de la política y su contenido, son los siguientes:
Conforme a lo establecido por el Ministerio de Salud, los derechos sexuales son aquellos que aseguran el ejercicio y desarrollo informado, saludable y satisfactorio de la sexualidad, con el fin de que todas las personas tengan pleno disfrute de esta y del erotismo sin coacción y libre de cualquier forma de violencia. Para esto, se necesita del acceso a servicios de salud sexual y medidas de prevención como atención de infecciones de transmisión sexual (ITS), enfermedades y dolencias que afecten el ejercicio placentero de la sexualidad.
Por su parte, los derechos reproductivos son concebidos como aquellos que se sustentan en la facultad que tienen todas las personas de tomar decisiones libres y sin discriminación sobre la posibilidad de procrear o no y de regular su fecundidad con información, seguridad y garantizando el acceso a servicios de salud reproductiva. Estos últimos deben garantizar las maternidades seguras y el derecho de las mujeres a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE).
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), organismo que se encarga de la salud sexual y reproductiva, establece los siguientes derechos sexuales (2022):
El UNFPA establece varios derechos reproductivos (2022):
A continuación se encontrará una lista de algunas organizaciones nacionales e internacionales que trabajan en Colombia, en pro del cumplimiento de los derechos tratados.
El movimiento Causa Justa busca la libertad y autonomía reproductiva de todas las mujeres sobre sus cuerpos y sus proyectos de vida. Nació en el 2017, como una iniciativa de La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, y en el 2020 se conformó como movimiento integrado por organizaciones de mujeres, feministas y de derechos humanos; y diferentes actores como activistas, prestadores de servicios de salud, referentes de la academia y centros de investigación de todo el país.
Desde entonces Causa Justa ha liderado el debate público sobre aborto en Colombia, buscando cambiar el paradigma bajo el cual se venía dando la discusión y avanzar en la eliminación del delito de aborto del Código Penal. El primer gran logro del movimiento es la sentencia C-055 de 2022, un fallo histórico que reconoce la libertad reproductiva de las mujeres al despenalizar el aborto hasta la semana 24 y, luego de este período, mantener las causales despenalizadas en la Sentencia C-355 de 2006, sin límite de edad gestacional.
En este escenario el movimiento enfoca sus esfuerzos en la despenalización social del aborto y la generación de un entorno de legitimidad sobre las decisiones de las mujeres sobre sus propios cuerpos, la protección legal y política de la sentencia y su plena implementación; de la mano de una política pública integral en salud sexual y reproductiva que deberá formular el Gobierno nacional y/o el Congreso, según exhortó de la Corte Constitucional.
Conoce todas las organizaciones feministas, de Derechos Humanos o centros de investigación que hacen parte del movimiento Causa Justa y que trabajan por la defensa del derecho al aborto en el país aquí.